Actualizando el oee a iei

“Esta mañana cuando he llegado a la planta, con el café en la mano, me ha interrumpido el jefe de calidad con el cuadro de mando de los indicadores del mes. ‘¿que por qué demonios hemos bajado un 0,2% el OEE respecto a la media del mes pasado? ¡Yo que sé!, déjame que me pongo con ello y esta tarde te digo algo’ ….. Buff, el día que nos espera, toca revisar todos los datos de producción a ver que tripa se le ha roto a la línea de envasado, que siempre está haciendo de las suyas…., ¡Como si no tuviésemos otra cosa que hacer!”

Hoy en día, no se entiende un proceso de fabricación sin un control de la efectividad total de los equipos (OEE). Pero si nos paramos a pensar, hoy en día las cosas ya no son como antes. Por lo menos, no como cuando se definió el OEE (Overall Equipment Effectiveness) hace más de 40 años. Ni la maquinaria tiene los mismos PLC’s, ni existían las redes y bases de datos actuales, ni el software Scada, ni el MES y mucho menos el ERP. Poco tienen que ver con las últimas décadas del siglo pasado. Hoy todo es para ayer y los datos han de estar de inmediato.

El entorno tampoco es el mismo. Quien nos iba a decir que en los últimos tres años, se declararía una pandemia mundial, que caerían como un castillo de naipes las cadenas logísticas que nos han traído hasta aquí, que veríamos temblar al gigante del automóvil por la escasez de componentes, que los departamentos de compras tuvieran que negociar los precios de las materias primas cada semana porque sufren las variaciones más altas que conoce nuestra generación, que los cambios en el precio de la energía ha disparado la inflación a cifras de dos dígitos como no se recordaba desde los finales de la guerra fría y que veríamos una guerra en Europa que reescribe centenarias estrategias militares por los cambios en la tecnología, siendo difícil de imaginar las consecuencias que tendremos a medio y largo plazo….. Si, creo que coincidirás en que la época que nos ha tocado vivir ha cambiado un poco.

Y sin embargo aquí estamos, con la historia inicial sobre el OEE que nos ha interrumpido el café. ¿no va siendo hora de actualizar un poco el índice?

“Nos ha costado bastante, pero tras estar revisando los datos de producción de la semana, al final hemos encontrado el motivo de la disminución, hemos encontrado un aumento de temperatura de un motor, que sin ser crítico y sin hacer saltar alarmas, provocaba un consumo excesivo. Al ir a comprobar el motor, hemos visto que estaba bien y menos mal que hemos preguntado al operario del mismo turno que tuvo problemas. El fallo lo producía una pieza de la cadena de transporte dañada. Provocaba solo a veces un pequeño atasco que hacía fallar parte de la línea. El operario, siguiendo las normas, sacaba el producto que se iba atascando en la cinta y lo pasaba a descartes.”

¿Y si el OEE que ya vigilamos, incluyera más información que nos ayudara a detectar este tipo de problemas? ¿No sería mejor tenerlo dentro de un solo indicador?

Si lo hacemos, tenemos el iei, el indice de eficiencia industrial, un valor que añade dos de los parámetros importantes que hoy en día deberían estar ya incluidos, la energía y la materia prima. En un solo indicador, podemos agrupar y no solo saber cuanto fabricamos, sino que también podemos saber cómo lo fabricamos. En el mismo indicador tenemos la energía que utilizamos, bien sea eléctrica, gas, en forma de vapor o de aire comprimido, así como la relación entre materias primas que entran en el proceso y la cantidad que se pierde por descartes, mermas, muestras para controles off-line o fallos de producción.

La ventaja de agruparlo en un solo indicador, además de la de reducir los KPI’s a controlar, es la de poder automatizar los informes en caso de desvío, poder generar alarmas, tener un control de incidencias así como de disponer de un histórico que nos permita sacar correlaciones o conclusiones para mejorar el proceso de forma continua.

¿no es momento de adaptarnos a la época actual y poder tomar ese café con algo más de tranquilidad?